¿Por qué lo divertido es la polla y lo aburrido un coñazo?

miércoles, 20 de octubre de 2010

Cosas de viejos


En un autobús repleto de viejecitos y viejecitas, en una gira especial a Lourdes para gente de tercera edad, una de ellas le toca el hombro al chofer y le ofrece un puñado de cacahuetes sin cáscara.

El chófer, sorprendido, le da las gracias y se los come con agrado.

Cinco minutos después, la abuelita repite el ofrecimiento, el chófer vuelve a agradecerle el gesto y se come el nuevo puñado de cacahuetes.

Cinco minutos mas tarde, llega otro puñado.

Al cabo de una docena de puñados, el chofer ya no puede más y le pregunta:

- Dígame abuelita: es muy gentil por su parte atiborrarme de cacahuetes, pero ¿no cree usted que, a lo mejor, sus cuarenta amigos y amigas querrían también tomarse unos cuantos?



- ¡Sólo chupamos el chocolate que los recubre!


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajajajajaja, muy bueno. Mis felicitaciones. Saludos. Victoria.

Jordi dijo...

Claro hay que aprovecharlo todo jajajajaja

noveldaytantos dijo...

Nada como unos conguitos requetechupados por unos desdentados jubilados. Auténtico caviar.

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