¿Por qué lo divertido es la polla y lo aburrido un coñazo?

jueves, 10 de febrero de 2011

MONJITA SACRIFICADA


Para Orar, todas las mañanas una monja iba por el parque caminando junto a un grupo de pupilas, cuando de repente divisó a la distancia a un hombre acostado en el piso completamente desnudo.

Ella pensó que sus alumnas no debían ver ese cuadro y decidió sacrificar su pudor, sentándose sobre el hombre y cubriéndolo con su hábito.

La monja, al ver que algo se le metía, alzó los ojos al cielo y empezó a invocar una plegaria:

Ay Santa Rosa, ¿Como se llama esta cosa?

Ay San Aniceto ¿qué es esto que me meto?

Ay San Fernando ¿qué diablos me está entrando?

Ay San Vicente, es algo caliente.

Ay San Arturo, parece que algo está duro.

Ay Santa Teresa, vaya cosa más tiesa.

Ay Santa Marta, esto mide una cuarta.

Ay San Benito, esto si que es bonito.

Ay Santa Maria, esto yo no lo sabía.

Ay San Armando, siento que me estoy mojando.

Ay San Carvajal, de aquí no me voy a bajar.

Ay Santo Tomás, ya no aguanto más.

Ay Santa Eternidad, perdí la virginidad.

Ay San Mateo, creo que aquí me quedo.

Ay San Clemente, que no se entere la gente.

Ay San Gaspar, que bueno es follar.

Ay Santa Calcuta, de ésta me meto a puta.

Ay San Generoso, esto si que es sabroso.

Ay Santa Victoria, estoy llegando a la gloria.

Ay San Angulo, como me tiembla el culo.

Ay San Crisendo, creo que me estoy corriendo…

Ay San Pancracio, que me la saque despacio.

Ay Madre Amada, ¿No quedaré preñada?

Ay San Formento, no vuelvo más al Convento.

Las alumnas viendo a la monja clamar al cielo gritando, se acercaron sorprendidas… el hombre intentó levantarse, la monja abrió los ojos y gritó:

¡Ay San Renato.. si me la sacas te mato!

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